Hace ya ocho años que los alumnos de quinto de primaria dedican un dia del curso para tener la clase en los locales del CENEAM en Valsaín (Segovia). Es un día dedicado por completo al conocimiento del medio natural, en contacto directo con la naturaleza salvaje de la sierra del Guadarrama, a los pies del pico Peñalara.

Este año hemos tenido un invitado especial, la nieve, que nos ha acompañado por todo el recorrido de la senda.
Como siempre, madrugamos para coger el autobús a las ocho de la mañana. Llegamos puntuales a nuestra cita a las diez, donde nos esperaban los monitores para iniciar las "clases". Reunidos en torno a una maqueta del entorno, fuimos observando dónde nos encontrábamos y los dierentes espacios naturales que nos rodeaban. Frente a otra maqueta descubrimos la belleza incomparable del palacio de Valsaín, mandado construir por Felipe II, y que un incendio en tiempos de Carlos II quedó destruido y en el olvido para siempre. La construcción del palacio de la Granja contribuyó a ello.Sólo la maqueta es testigo de su existencia.

Un audiovisual sobre las estaciones del año nos permitió conocer cómo es la sierra del Guadarrama en cada una de ellas.
Divididos en grupos comenzamos los talleres sobre la fauna y flora de este medio natural. Fuimos recogiendo los datos en un cuaderno de trabajo, que a modo de preguntas-respuestas nos obligaba o observar detenidamente todos los paneles y objetos de las salas.
Tras un breve recreo, iniciamos un taller de sonidos, donde debíamos diferenciar los naturales de los artificiales. ¡Qué importante es escuchar la naturaleza!

Habíamos merecido la comida. La mañana fue agotadora, pero emocionante y llena de sorpresas.
La tarde estaba reservada al senderismo. Un recorrido con explicaciones precisas sobre los árboles, matorrales, huellas, sonidos, rocas, etc. en un entorno de incomparable belleza. Y más por la presencia abundante de la nieve. Resultó ser una clase de lo más divertida e interesante.


Todo lo bueno parece que se acaba antes, y así nos pareció a todos. El día no daba más de sí. Debíamos volver. Agradecimos a los monitores su entusiasmo, preparación y buen hacer y a las cinco de la tarde volvimos a coger el autobús para estar en casa a la hora programada. ¡Un día inolvidable!


Colegio Dominicas