Los alumnos nerviosos, los profesores estresados, los padres preocupados por las notas finales, es tiempo de cosecha, de recoger los frutos. Parece que la brisa marina se ha colado por las grietas de las sierras que nos rodean. Todo huele a vacaciones, a descanso, a horarios sin horario, a libertad, a fiesta. Ya queda poco. Es el sprint final, la meta está a la vuelta de la esquina. Y eso que este año algún "sabiondo" nos ha preparado un circuito más largo que otras veces. Pero, tranquilos, que todo llegará.
Para celebrar que un año más hemos estado juntos trabajando por un proyecto común, por una educación de calidad para nuestros hijos, que el curso ha sido duro, pero ha merecido la pena nuestro esfuerzo, las APAS, como todos los años , han organizado un día de convivencia en Pinarejos, dentro de un entorno natural relajante.
Se nos convocaba a toda la Comunidad Educativa y la cita empezaba a las 13h. con una celebración eucarística.

Terminada ésta, degustamos de los más sabrosos productos de la tierra: chorizo, morcilla, panceta, acompañados de ricos vinos ribera para los adultos y refrescos variados par los niños. Tampoco faltó una rica limonada preparada para la ocasión. Fue un momento de saludos, agradable tertulia y de cambio de impresiones,
Cada familia buscamos el más bello rincón para celebrar la comida.
Un poco de siesta o un paseo, bastaron para asentar la comida.
A las 17,30h llegaba el momento más esperado de la jornada, sobre todo para los niños. Juegos de habilidad, estrategia, fuerza y sobre todo, de diversión, invitaban a todos, niños y adultos, a participar. Una hora y media que pasó tan rápida, que casi no nos dimos cuenta de que una amenzante tormenta también quería jugar con nosotros.
Una gran chocolatada acompañada de ricos bizcochos, y la entrega final de premios a los ganadores de los juegos, que fueron todos los participantes, puso el broche final a un hermoso día en el que la Comunidad Educativa estrechó más sus lazos de amistad y compromiso.

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